Sobre mí

Creo obras de arte digital. Principalmente:

Escenas de la vida real con un tinte pictórico.

Encargos, manteniendo mi estilo.

Efigies que reflejan mi interpretación de la persona retratada.

Mi visión de la sociedad actual.

Reflexiones gráficas sobre la vida, la existencia, y tantas otras cuestiones filosóficas.

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Biografía

Oriundo de Galicia, hace ya algo más de medio siglo que piso el que fue aquél polvoriento camino que conducía a la casa de mis padres. No muy lejos de ahí sigo haciendo vida y aún paseo con frecuencia sobre su renovado asfalto. Calle ahora, que se encuentra bajo el espacio sin techar en el que, antes, una parra me amparaba con su sombra mientras correteaba con mi pelota o mi bicicleta.
Fueron muchas las horas que pasé jugando en ese camino, pero fueron todavía más las que pasé, lápiz en mano, dibujando sobre miles de hojas de papel. Así, yo solo, a base de prueba, error e intuición, aprendí la habilidad que en la escuela me otorgaría la fama de «el niño que dibuja bien».
Autorretrato. Surgiendo de la nada.
Cuenta mi madre que, la primera vez que puso un bolígrafo y un papel entre mis manos, pensando que escribiría algo, se encontró con un bandada de pájaros dibujada. Vana ilusión la suya, pues yo aún no había pisado una escuela y no conocía letra alguna.
También escuché a mi padre contar cientos de veces, la historia del día en que se encontró en una de mis libretas, la figura de un caballo viendo hacia atrás. Para entonces contaba yo 3 años de vida. Él decía que parecía una foto. Una hipérbole muy suya. Nada más lejos de la realidad, cuando años después me topé con ese corcel, no era merecedor de semejante elogio. No era nada que no pudiera dibujar cualquier otra persona que cuente con unas nociones básicas. Pero sí era algo sorprendente para tratarse del dibujo de un mocoso de 3 años.
Este no es el caballo que dibujé. Lo coloqué para hacer esto más visual.
Como ese, todos mis cuadernos estaban llenos de animales pues, mi primera afición de niño, antes que los dibujos animados, eran los documentales de fauna que emitían en la 2 de Televisión Española y, sin duda, los míos favoritos, los de El hombre y la tierra. Documentales que tenía en VHS y vi reiteradamente durante mi infancia. Después tomaba una hoja en blanco y comenzaba a delinear seres de cada una de las especies que se me venían a la mente. Fue así como inicié a recorrer el camino del arte.
Rondaba los 10 años de edad cuando tuve mi primer ordenador. A parte de hurgar en él hasta el rincón más recóndito, descubrí una aplicación que se convertiría para mí en algo así como un amigo. El Paint de Windows. Pronto nos hicimos inseparables y aun ahora recuerdo las sagas de La Ciudad Loca. Una serie de doce JPG en la cual se contaba una historia diferente en cada uno. Historias creadas a partir de la conjugación de mi realidad de entonces, la actualidad general de ese momento y mi creatividad. Ya no tengo ese viejo ordenador de sobre mesa, pero todavía conservo esos archivos en algún lugar.
Pantalla del Paint con un documento en blanco
Más adelante, a mis 18, giré el timón hacia las aguas de la fotografía, por las cuales navegué durante algún tiempo. Pero no llegué a cuajar en esa profesión y me aparté de toda labor artística durante varios abriles.
Ahora, dispuesto a retomar la habilidad que me acompaña desde mis raíces, di nacimiento a este sitio web para compartir las obras que hice años atrás, pero tenía cogiendo polvo digital en el fondo de mis discos. Además de crear obras nuevas conforme me invada la inspiración.
Y, a estas alturas, dado que es el dato que omití desde el principio, tal vez te estés preguntando por qué nombre dirigirte a mí.

Llámame Xapeu. Tomé este nombre artístico como una variación del portugués chapéu y hace referencia al sombrero que me ha acompañado por largo tiempo.

Sin más, me tienes a tu disposición a través de la página de contacto o en mis redes sociales.